Queridos amigos y herejes:
Ahora que en las épocas que corren está de moda detestar todo cuanto ayer se añoraba, ahora que el mercado y su parafernalia parece haberse erigido como supremo juez de la felicidad o desdicha de los seres humanos, quiero enviarles mi saludo de navidad reivindicando a un cantautor que me acompaña desde mis épocas universitarias hasta ahora. Silvio Rodríguez ha escrito innumerables canciones, pero hay una en especial que calza perfectamente con la parafernalia navideña que vivimos en esta época del año, donde las compras compulsivas y las tarjetas de crédito afloran instintivamente y al menor descuido, se llama Canción de Navidad y ahí se las dejo, con mis mejores deseos para ustedes….
CANCION DE NAVIDAD (Silvio Rodriguez)
El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud;
pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó:
al que su cotidiana lucha
me da razones para amarle:
a aquel que nadie le cantó.
(La foto reproducida abajo pertenece a un niño de la Comunidad Campesina de Quisinsaya que se encuentra a tres horas y media del Cusco, a través de una trocha condenada e inaccesible, hasta aquí llegaron un encomiable grupo del lugar donde trabajo, llevando juguetes y desayunos; alegrando, al menos por un día, a estos niños olvidados de la mano de Dios, del Estado y de todos nosotros)