jueves, 28 de junio de 2007

La Ciudad Junto al Cielo



Desde arriba, lo primero que uno ve cuando se acerca al Cusco son sus enormes cerros milenarios y su terco cielo azul. Nada que ver con la plomiza tristeza envuelta en humedad que acabamos de dejar atrás. El avión, diminuto bicho invasor del paisaje y como temiendo represalias, se acerca con cuidado y desciende poco a poco, no vaya a ser que los apus decidan saldar cuentas y tragárselo.


Hace unos pocos días estuve en Lima por trabajo y aunque quiero mucho a la ciudad donde estudié y me enamoré tantas veces, ya no la reconozco como mía. No son mías ya el caos de sus calles y avenidas, las horas inservibles durmiendo en los asientos de las combis, la vida que se pasa demasiado rápido, la desconfianza de sus gentes reflejadas en sus rostros. En fin, la capital perdida en su propio laberinto y mordiéndose la cola.


Creo que fue Julio Ramón Ribeyro (ese otro gran hereje de las letras peruanas) quien escribió que las ciudades, como las personas, tienen un olor particular, muchas veces una pestilencia.
Esta frase me asaltaba, una y otra vez, mientras andaba por las calles de Lima y recorría los lugares que alguna vez habían sido míos. Esta vez todo era ajeno y esa agridulce sensación me acompañó toda mi estadía.

Hace siete años decidí cambiar de hogar y de memorias y me instalé tres mil seiscientos metros más arriba, donde el aire es escaso y cuesta respirar, y es que vivir junto al cielo también tiene su costo.


lunes, 18 de junio de 2007

BRUNO DIXIT:




"Aquel que desea filosofar, en primer lugar debe dudar de todas las cosas. No debe adoptar ninguna postura en un debate hasta que no haya escuchado a las distintas opiniones, examinado y comparado las razones en pro y en contra. Nunca debe dictaminar o adoptar una posición basándose en lo que ha oído, en la opinión de la mayoría, o la edad, méritos o prestigio del orador en cuestión, sino que debe proceder de acuerdo con la convicción derivada de una doctrina orgánica que se adhiera a cosas reales, y a una verdad que pueda ser comprendida mediante la luz de la razón".

domingo, 17 de junio de 2007

¿Grande 'Pa?


Como muchos de mi generación, ante la idea de la paternidad nos asaltaba un cosquilleo molesto en el estómago y rápidamente pasábamos a otro tema de conversación.
Hace seis años tuve que dejar de hacer caso a esos cosquilleos y, sin vocación ni experiencia, me estrené en tal difícil oficio. Paz -así se llama mi 'loca bajita'- entró como una tromba en mi vida y desde entonces ya nada fue igual.
Han pasado seis años de esa conmoción y todavía no sé muy bien de qué va aquello de la "paternidad", ni tampoco si soy un buen padre, regular o pésimo. Hago mi mejor esfuerzo, sí, pero supongo que jamás será suficiente.
Hoy domingo es el día del papá y aunque jamás he creído en los días 'especiales', algo dentro mío me traiciona y miles de preguntas comienzan a asaltarme. Debe ser la edad -ya estamos viejos, como en la canción-, será mejor entonces poner punto final y atender a esa personita que revolotea ahora alrededor mío tratando de descifrar lo que estoy escribiendo.
Ignoro si algún día sabré si realicé un buen trabajo, pero sospecho que, como en muchas otras cosas, esa respuesta no nos corresponde.
Hace seis años que soy papá y ahora, antes de salir disparado a la librería a gastarme esos 50 soles que malviven en mi billetera, siempre reviso la despensa para ver si Paz aún tiene su six pack de leche semanal.

martes, 12 de junio de 2007

De Herejías y Herejes (I)



Tal y como me lo enseñó mamá, siempre hay que agradecer los cumplidos.

Dos cómplices y amigos muy antiguos desde la época de la universidad (cuando más nos interesaba la literatura que las leyes vomitivas), desde la blogósfera, han saludado (cada uno a su estilo) la aparición de esta hoguera virtual y, desde aquí, deseo agradecer públicamente sus consideraciones fraternales para con este humilde hereje.

El primero de ellos lleva adelante, bajo el seudónimo de No Future, un blog de muy larga data virtual. La bitácora de marras se llama "Triste, Solitario y Final..." (www.solitarioyfinal.blogspot.com) y en un post denominado "¿Herejías y Blogósfera?" me dedica unas líneas inmerecidas y me acusa de cosas inciertas. Pionero de los blogs literarios, su bitácora es altamante recomendable y persiste a pesar de las depresiones nihilistas de su autor, de sus viajes a Argentina y de los masajes reconfortantes que recibe interdiariamente en la Avenida Arriola.

El segundo, es el inefable doctor Puñalón, maestro de la quimba y el arreglo por lo bajo, sobrino de Pedro Navaja y pariente en cuarto grado de afinidad de Juanito Alimaña. Su blog se llama "El Puñalón" (www.elrestoessilencio.blogspot.com) y, cada cierto tiempo, desenvaina la chaveta y no deja títere con cabeza. En su post denominado "A 40 años de la Teología de la Liberación Giordano Bruno ataca con La Hoguera de los Herejes" saluda, navaja en mano, a este servidor y agura salud y prosperidad. Acaba de cambiar la presentación de su bitácora y promete escribir más a menudo en ella, siempre y cuando las leyes, los códigos, los arbitrajes y la maraña del poder judicial le dejen tiempo para ello.

A todos ustedes y a todos los que han visitado esta hoguera virtual hasta el momento, gracias totales. De ustedes será el reino de los cielos.

domingo, 10 de junio de 2007

Dylan y sus Demonios



Con Bob Dylan tengo una relación amor-odio. Algunos de sus discos y canciones me parecen fundamentales y gustoso me llevaría varios de ellos a una isla desierta (el Blonde on Blonde, por ejemplo), pero algunos otros -los menos, felizmente- no los soporto y me aburren terriblemente. Algunos me tildarán de hereje y abominarán mi nombre, estoy seguro, pero olvidan que ese es el propósito de este blog.

Como sea, entre las obras fundamentales de Dylan, está una canción que es un manifiesto atemporal sobre muchas cosas (la mediocridad, por ejemplo), se llama "Ballad of a Thin Man" (algo así como La Balada del Hombre Débil) y está en el album "Highway 61 Revisited" del año 1965 (si pueden consiganlo o robenlo de cualquier amigo, no hay pierde).

Les dejo a continuación la letra pues me parece lo esencial de la canción y porque, además, aún no sé cómo subir música a estas cosas.... Do you, Mr. Jones?

BALLAD OF A THIN MAN

You walk into the room
With your pencil in your hand
You see somebody naked
And you say, "Who is that man?"
You try so hard
But you don't understand
Just what you'll say
When you get home

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

You raise up your head
And you ask, "Is this where it is?"
And somebody points to you and says
"It's his"
And you say, "What's mine?"
And somebody else says, "Where what is?"
And you say, "Oh my God
Am I here all alone?"

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

You hand in your ticket
And you go watch the geek
Who immediately walks up to you
When he hears you speak
And says, "How does it feel
To be such a freak?"
And you say, "Impossible"
As he hands you a bone

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

You have many contacts
Among the lumberjacks
To get you facts
When someone attacks your imagination
But nobody has any respect
Anyway they already expect you
To just give a check
To tax-deductible charity organizations

You've been with the professors
And they've all liked your looks
With great lawyers you have
Discussed lepers and crooks
You've been through all of
F. Scott Fitzgerald's books
You're very well read
It's well known

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

Well, the sword swallower, he comes up to you
And then he kneels
He crosses himself
And then he clicks his high heels
And without further notice
He asks you how it feels
And he says, "Here is your throat back
Thanks for the loan"

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

Now you see this one-eyed midget
Shouting the word "NOW"
And you say, "For what reason?"
And he says, "How?"
And you say, "What does this mean?"
And he screams back, "You're a cow
Give me some milk
Or else go home"

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

Well, you walk into the room
Like a camel and then you frown
You put your eyes in your pocket
And your nose on the ground
There ought to be a law
Against you comin' around
You should be made
To wear earphones

Because something is happening here
But you don't know what it is
Do you, Mister Jones?

miércoles, 6 de junio de 2007

Herejias Fundamentales: El Sargento Pimienta y los Corazones Solitarios cumplen 40 años



Sí, sí, ya sé que el aniversario era el primero de junio y que llego con unos días de retraso. No importa. Para alguien como yo que disfruta desde hace años la música de los Beatles (aka "los maestros de liverpool" como solíamos llamarlos cuando su música era un pretexto para emborracharnos los sábados luego de las aburridas clases en la universidad) sería imperdonable que la fecha pase desapercibida. Hace 40 años salió este album y ya nada fue igual.

Desde la portada (diseñada por Peter Blake) el disco anunciaba diferencias. Escoltados por una serie de personajes y referencias culturales de la época -y de cualquier época, para ser exactos-(desde Poe a Marilyn Monroe, pasando por Marx, Dylan y Cassius Clay, entre otros*) los Beatles aparecen vestidos con sus trajes de milicianos en technicolor, anunciando la llegada del apocalipsis.

Sobre la canciones y la música, también hay mucho que escribir. La psicodelia y la experimentación era la regla y cualquier droga que abriera los sentidos era bienvenida. Los Beatles, acompañados del talento de George Martin, dieron rienda suelta a la creatividad que los conciertos interminables de años atrás adormecía. El resultado: una obra fundamental en el arte del siglo XX y un manifiesto musical que trasciende épocas y fronteras.
Cómo no recordar con una sonrisa la suave voz de Ringo cantando a la esperanza que todo se puede lograr con una pequeña ayudita de los amigos (With a Little Help from my Friends), para después acompañar a Lennon a ese universo imaginario y psicodélico lleno de papeles celofán de colores (Lucy in the Sky with Diamonds), pasando por la armonía magistral y triste de McCartney contándonos que ella se va de casa por amor (She's Leaving Home), luego descansar con los acordes de cítara de Harrison hablándonos sobre dios y el amor (Whithin You Without You), recalando después en la pregunta que deberías hacer a la mujer (u hombre) que tienes al lado: "¿Me querrás cuando tenga 64?" (When I'm Sixty Four), para, por último, llegar a la obra cumbre del album, una muestra de que la dupla creativa Lennon/McCartney todavía no podrá ser igualada por muchos, muchos años: A Day in the Life, un collage de noticias tomadas del periódico que nos recuerda de lo que está hecha la vida que solemos vivir: sonrisas tomadas al vuelo de una chica que vemos pasar, la muerte que nos acecha en cada paso, la suerte que nos sonríe o nos esquiva a la vuelta de cada esquina, el destino que inexorable se cierne sobre nosotros, la canción de un disco que no podemos dejar de tatarear.
Los corazones solitarios y sus cuatro sargentos pimienta cumplen 40 años. Destapemos cualquier botella, cerremos los ojos y pongamos play al disco. Es un muy buen pretexto para soñar.
* En la portada del album también aparece el inefable Lenny Bruce (ver puesto 4), blogger musical desaparecido en acción. Algunos afirman que lo han visto deambular por Alemania, recitando como un poseso el BGB.

martes, 5 de junio de 2007

El Hereje Impenitente (I)


El gran inquisidor del Vaticano, el cardenal Santoro di Santa Severina, leyó el papel con ceño fruncido y gran circunspección. Los cargos que sustentaban la acusación de herejía sumaban ocho, entre los cuales estaba la afirmación que la transustanciación del pan en carne y el vino en sangre era falsa, así como la creencia que nadie podía nacer de una virgen y la convicción que vivimos en un mundo infinito dentro del cual existen innumerables mundos en los que criaturas como nosotros podían rendir culto a su propio Dios.
Giordano Bruno era una sombra. Tras 8 años encerrado en las mazmorras de la inquisición vaticana, y sometido a toda clase de torturas físicas y sicológicas, era un milagro que siguiera en pie. Sin embargo, al oír la acusación y la sentencia a muerte entre las llamas y preguntado si tenía que decir algo al respecto, su ronca voz escupió con gran indignación: “Maiori forsan cum timore sententiam in me fertis quam ego accipiam…”(El miedo que sienten al imponerme esta sentencia es mayor al que siento yo al aceptarla)… La sala hizo silencio y los cardenales presentes callaron como la iglesia a la cual representaban. Era el 8 de febrero del año 1600 y a Bruno le quedaban menos de 11 días de vida.