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La Ciudad
Mario Levrero, el inmenso autor uruguayo, publicó en 1970 su primera novela, una extraña historia desconcertante y opresiva: "La Ciudad". Luego, con la publicación de "París" (1980) y "El Lugar" (1984) se conformaría lo que luego él denominaría con su humor característico "Trilogía Involuntaria".En uno de mis viajes esporádicos a Lima, compré en El Virrey (una de las pocas librerías limeñas que aún merece ese nombre), en un cuidado pack, la Trilogía Involuntaria de Levrero. Era el último ejemplar que quedaba y cuando se lo conté al Puñalón pude ver cómo los ojos se le inflamaban de codicia y envidia.
Hace poco terminé de leer La Ciudad. Como dije es una historia extraña, heredera y tributaria, sin lugar a dudas, del mejor Kakfa, donde el protagonista, luego de tomar posesión de una casa deshabitada y salir a buscar querosene y alimentos, inicia un bizarro viaje que lo llevará a una ciudad sin nombre y perdida, escasamente poblada por personajes inconcebibles. La atmósfera que se respira a lo largo del relato es opresiva y asfixiante; el protagonista no es un prisionero pero, sin embargo, alguna extraña sucesión de casualidades hacen imposible que pueda escapar de esa desconcertante ciudad.
Levrero era un escritor que no tenía un único estilo sino una multiplicidad de ellos. La Ciudad es un buen ejemplo de eso.
Del inicio:
"La casa, al parecer, no había sido habitada ni abiertas sus puertas y ventanas durante muchos años."
3 comentarios:
Yo me sumergí por las soledades y los ambientes lúgubres de la Ciudad y el Lugar (uno te lleva al otro, y viceversa); arranqué con París pero en el camino se me cruzó una joyita literaria que ya te contaré (también suministro del Virrey). De todos modos pienso nuevamente sumergirme por los ambientes Levrerianos y acabar con la trilogía.
Ojo: Nick Carter también circula por Lima, una obra menor de M.L. pero vale la pena leer.
Oe, apropo, urge que para el próximo cumpleaños de Dag (gualdrapa, más conocido también como "el joven nostálgico" ) le regalemos un libro de cuentos de Luis Loayza ya que en una conversa sobre el maese Dag lo confundió con el impresentable asesor de campaña de Fujimori (jajajajajajaja)
Salutis..
Eso me recuerda que, hace muchos años, en una borrachera, cuando se habló de Roberto Bolaño, el buen Dag intervino comentando que a él "Chespirito" le gustaba bastante, confundiendo así al escritor chileno con Roberto Gómez Bolaños.
Un abrazo,
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