viernes, 9 de marzo de 2012

Los mares de la imaginación

Han pasado demasiados días desde que este pequeño cuaderno de bitácora fue abierto por última vez.

Ingenuamente dejé que Facebook me sedujera, sin comprender que la sentencia fácil de 5 líneas y la imagen que la explica, en nada pueden compararse con la página en blanco, aquella que permite hablar en voz alta y exorcisar otros demonios, mucho más urgentes e importantes y de los cuales no creo que Mr. Zuckerberg tenga la más mínima idea.

Así que algo de remordimiento sentí cuando -gracias a un regalo inesperado- recorría las páginas del libro recopilatorio de Arturo Perez-Reverte "Los barcos se pierden en tierra" (Alfaguara, 2011), y volví a experimentar el arrebato de la desaparición del mundo cuando nos sumergimos en una buena historia.

Vuelvo entonces, están advertidos.

"Compadezco a los hombres cómodos, resignados y razonables que nunca leyeron libros que estremecieran su corazón. Compadezco a quienes nunca se dejaron seducir y arrastrar por una moneda de oro, una mujer hermosa, un amigo fiel, una aventura descubierta en un libro. Compadezco a los que nunca dormirán la paz eterna con todos los piratas, junto a la tumba donde se pudren ellos y sus sueños". (El doblón del capitán Ahab)
    

1 comentario:

Unknown dijo...

Celebro la vuelta del Hereje...