sábado, 20 de marzo de 2010

Facebook o la dictadura de la inmediatez

De un tiempo a esta parte, muchos de mis antiguos amigos, camaradas y compinches de viejas guerras casi siempre perdidas, han comenzado a ingresar –tímidamente algunos, desembozadamente otros- al reino de las redes sociales, al paraíso prometido de las mentiras inmediatas, el Facebook. Y lo que es peor, han abandonado a sus blogs de opinión como mera chatarra palabrera inútil (El Puñalon es ahora una hoja de afeitar oxidada y Triste, Solitario y Final se quedó con lo último) para migrar a este cubículo donde la imagen sustituye a las ideas y el photoshop es la única ciencia que existe.

Y es que, seamos claros, en un mundo donde la inmediatez es la moneda de cambio con la cual compramos y –nos- vendemos, un blog de opinión, aquél donde debe escribirse más de 10 líneas coherentes y con un mínimo de sintaxis, cansa, da flojera y aburre. En un país como el nuestro donde la tasa de lectura per cápita es una de las más bajas de la región, la fotito del facebook (casi siempre retocada y mentirosa) es más atractiva que la idea descarnada, parida al papel –o a la web- tras largos trabajos de parto. Pareciera que el blog ya forma parte de la prehistoria y el facebook se presenta como el futuro cercano a donde todos –más temprano que tarde- habremos de ir, para rendir culto a la fotito y la frase lanzada al azar, inmediata e irreflexiva, como un pedo expulsado después de una mala comida.


Mis viejos amigos me reprocharán –de seguro- estas palabras, casi los escucho diciéndome: "el Facebook no es solamente imágenes o fotitos sino también es una plataforma para compartir ideas y reflexiones, vivencias y sensaciones" sostendrán los más cursis, y, los más achorados: "el blog es un monumento al onanismo, el facebook una orgía". Y es que todo lo anterior es cierto, pero, tengo la impresión, que la inmediatez va tomando por asalto nuestra manera de comunicarnos con los demás y con nuestro entorno; lo descartable y superficial es lo recomendable, el norte que debiera guiar nuestras vidas, casi, casi, como si una hamburguesa con papas fritas chatarra pudiera convertirse en el plato estrella de los restaurantes, huariques y fondas de nuestro país.


Decía Borges que es de caballeros defender causas perdidas. Este humilde servidor, apasionado como todo bien hereje, suscribe totalmente sus palabras.


Facebook me importa un huevo.


1 comentario:

El Puñalón dijo...

jajajajajajajaja oe hereje que WIRO te has fumado.....saludos!!