Autoexiliado del Perú por voluntad propia, Congrains era de esos raros casos de escritores que un día, de un momento a otro y movido por circunstancias desconocidas, decide dejar de escribir y borrarse del panorama y el mundillo literario. Alguien diría, siguendo a Vila-Matas, que era un Bartleby más, alguien a quien la vida y sus pequeñas miserias lo reclamaron a sus dominios alejándolo de la literatura.
Desempolvo mi vieja edición de "No una, sino muchas muertes" (1967) publicada en Montevideo por la editorial Alfa y vendida a precio de regalo hace ya muchísimos años, en el mercado de Jesús María, por un librero ambulante, gordo y alcohólico, quien cada vez que me veía llegar por novedades me llamaba 'camarada' y entonaba la Internacional Socialista mientras me invitaba un trago de su mortal mezcla rebajada.
Busco también -y encuentro- una vieja revista Quehacer (número 46, abril-mayo de 1987) donde, luego de 30 años de silencio sin conceder entrevista alguna, conversa con Tomás G. Escajadillo y Carlos Caldeón Fajardo sobre el Perú, la literatura, Sendero Luminoso y un variado etecétera.
Transcribo algunos fragmentos de ambas a modo de homenaje, sobretodo ahora que estamos frente a una y muchas muertes.
Del inicio de la novela:
"Precedediendo a Berta, al fin emergió del humo que cubría gran parte del basural, y poco a poco, como para reencontrarse, fue tomando contacto con las referencias habituales del paisaje: al fondo, a medio kilómetro de distancia, sobre el barranquito que daba al acequión paralelo al Rímac, la silueta del lavadero de pomos, y en el trecho que aún debían andar, en aquel restante sector húmedo, vegetal y podrido, los chanchos y los gallinazos, repartidos por toda la blanda superficie, limpiada previamente por otros hombres y animales de lo útil para las reventas y de lo provechoso para el engorde y sobrevivencia."
"Para mí el Perú se jodió el día que nos invadieron y conquistaron los españoles. Ese es mi punto de partida histórico. Pero es un se jodió temporal, absolutamente temporal. Es un jodió que justamente nuestra obligación histórica es resolverlo"
[...]
"Creo que la fuerza de Sendero no radica en su proyecto maoísta formal u oficial, sino en que renueva la revolución de Túpac Amaru. Sendero no es un grupo postizo; es un grupo que ha arraigado y está recogiendo toda la vitalidad del elemento indígena"
[...]
"Yo no creo que los problemas del Perú , los verdaderos problemas del Perú, se resuelvan por las vías legales"
[...]
"Me gustaría que hubiera un Inca, que sea representante del Estado y el representante de los peruanos, de todos los peruanos, exactamente como el rey Juan Carlos de España. Y un presidente moderno , un presidente elegido por otras vías"
[...]
"(...) el Perú criollo tenía tres alternativas frente al problema indígena, desde su punto de vista. La primera solución era el sistema norteamericano o el sistema australiano: el exterminio del indígena, captar una fuerte corriente migratoria europea y convertir al Perú en lo que más o menos es la provincia de Buenos Aires, no toda Argentina, o lo que es parte de Chile, un país más o menos blanco. La segunda alternativa era asimilar al indígena promoviéndolo. Y por último, la alternativa del cholo barato, la del indio barato. Esa fue la alternativa que escogieron, y ahora la están pagando con Sendero Luminoso"
[...]
"Dejé de escribir después de No una, sino muchas muertes, novela que nadie ha sabido entender [...] es una novela básicamente política; nadie la tomó en ese sentido: la tomaron como una novela de los basurales, del lumpen. Es una novela donde yo transmito, trato de transmitir un mensaje a la mujer (...)"
1 comentario:
que buen desempolvo, que buen dato...es el Congrains más radical..tu blog ya estaba aburridazo con las somnolientas crónicas del Keiner que no transmitían ninguna emoción de un concierto que de seguro fue pura emoción.
Saludos!
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