Venezuela es el caso más patético de esta tierra apartada de la mano de Dios. Regida por un cachaco iluminado, despilfarra alegremente el petróleo que no durará toda la vida para construir un sueño bolivariano que más parece una pesadilla. Al más puro estilo stanilista desarrolla un culto a la personalidad donde el fetiche mayor es un zambo decidor de incoherencias que lleva al abismo a toda su población y se zurra en cualquier práctica mínimamente democrática.
La última de este oscuro personaje (sería bufonesco sino detentara el poder que ostenta) es la elaboración de una serie de enmiendas constitucionales que deberán ser ratificadas el 02 de diciembre (ya sabemos cuán limpio será este proceso), de la cual pueden extraerse perlas como las siguientes:
- Reelección presidencial sucesiva, extendiendo el periodo de gobierno de 6 a 7 años.
- El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular (¿?).
- Las comunas serán las células geohumanas del territorio y estarán conformadas por las comunidades, cada una de las cuales constituirá el núcleo especial básico e indivisible del Estado Socialista Venezolano.
- La Fuerza Armada Nacional Bolivariana constituye un cuerpo patriótico, popular y antiimperialista.
Una gran mayoría de estudiantes universitarios (ya sabemos que los jóvenes son los primeros en detectar que algo se pudre en Dinamarca) han salido a protestar contra éstas y otras enmiendas salidas de los cerebros de los 'trespatines' del régimen chavista. Huelga decir que han sido reprimidos con barbarie y crueldad.
Pobre Venezuela. Gobernada por un gorila y su ramillete de macacos.
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