viernes, 7 de setiembre de 2007

El Apetito por la Destrucción: 20 años después

Leyendo la última Rolling Stone (sí, en español, la única que se puede conseguir en el kiosko del aeropuerto) me entero que el "Appetite for Destruction" de los Guns n' Roses cumple 20 años desde que fuera editado, allá por el lejano mes de julio de 1987.

Debo confesar que, en plena euforia por los Guns n' Roses en los 90', la banda de Axl Rose jamás me gustó, sobretodo por una cuestión de principios. En esa época era metalero -de los duros y radicales- y andaba harto de ver por doquier tipos con pañoleta en la cabeza emulando al tal Axl. Los rechazaba instintivamente, así que no les presté demasiada atención. Estupideces de la adolescencia.

Sin embargo, con la sabiduría que dan los años (ya quisiera) mi concepto sobre esta banda y en particular sobre este disco ha variado radicalmente. Fundamental para entender la progresión del rock comercial de los '80 hacia la música alternativa de los '90, el "Appetite for Destruction" tiene todo lo que un disco debut debe de tener: harto punche, canciones memorables, inmejorables riffs y sucio rock and roll. Un gancho al hígado.

Lo que siguió a la edición de este fundamental álbum es historia harto conocida. La fama, el dinero, las drogas (más), las mujeres (más), terminaron por acentuar la patología de Axl Rose (fue diagnosticado como maniaco depresivo) y el grupo se deshizo luego de fuertes e irreconciliables peleas entre ellos. En la actualidad dos de sus miembros (Slash y Duff McKagan) tratan de revivir los buenos tiempos en Velvet Revolver y Axl Rose hace casi 9 años -¿¿??- sigue grabando lo que será el disco que marque su retorno "Chinese Democracy".

Una anécdota sobre la grabación del "Appetite for Destruction". En la canción 'Rocket Queen' que cierra el álbum se oyen unos gemidos femeninos que delatan un polvo de los buenos. Los gemidos pertenecen a Adriana Smith -una stripper- y la grabación la realizó Axl Rose mientras se la tiraba en el estudio de grabación. Lo bueno viene aquí: Adriana Smith era en esa época novia del baterista de la banda.

En fin, que 20 años no son nada y este álbum ha ganado ya por derecho propio su sitial en la historia del rock. Por mi parte, cada vez que escucho "Sweet Child o' Mine", "Welcome to the Jungle" o "Paradise City" me vienen ganas de hacer el amor, emborracharme e ir a cualquier discoteca, todo en ese orden. Estupideces de la vejez.


1 comentario:

keiner dijo...

tigre... opino lo mismo, recién he leído tu artículo y sí, de hecho nunca es tarde para valorar un material que hemos dejado entre los pendientes para las futuras chelas!!!!

prost!!!!!!