domingo, 17 de abril de 2011

Zen para principiantes


A esta película (basada en el libro homónimo de Elizabeth Gilbert) le han caído con todo. Que si es un mamotreto más de aquella fábrica de sueños llamada Hollywood, que si la trama es insufrible por más que quiera parecer profunda, etc. Incluso alguien de mi entorno femenino me advirtió -cuando quise verla, de puro inocente- que era una "porquería". Entonces -también de puro inocente- decidí retirarla de aquellas diversiones pendientes que duran dos horas. Me habían dicho que era mala -malísima en verdad- y eso para mí era suficiente.

Sin embargo, aquello cambió cuando un sábado, en pleno Polvos Azules y buscando documentales de rock, mi buen amigo Danny me inquirió -bastante serio- si había visto la película de marras. "No" -respondí- "X me ha dicho que es una porquería" -respondí bastante seguro-. "Nada que ver" -dijo Danny, sonriendo- "Yo la ví en Alemania y no me pareció tan mala como dices". Entonces, decidí comprarla y agregarla a mi carrito de blue ray piratas, al fin y al cabo, solo perdía seis soles en el intento.

Durante algunas semanas le tuve miedo a esta película y no me pregunten la razón porque tampoco la sé. Sólo estaba seguro que no quería verla solo. Me dije entonces que cuando sucediera -es decir, cuando al fin la pusiera en el reproductor y decidiera darle play- tenía que estar en compañía de alguien especial. Total, que después de algunas semanas enterrada bajo otros títulos, llegó el día de decidir por mí mismo -y bien acompañado- quién tenía la razón sobre el juicio (arbitrario, al fin y al cabo como todos los juicios de valor) de la susodicha película.

Personalmente, la película no me pareció tan mala como me habían dicho y tampoco los 130 minutos que dura se me hicieron interminables. Es más, en algunos pasajes de la misma no pude evitar emocionarme y reconocer en el personaje de Julia Roberts -radiante como siempre- algunos pasajes y paisajes de mi vida. Es cierto que la película tiene pretensiones que sobrepasan a una cinta cinematográfica -solo concebibles en un libro- pero no creo que sea un intento fallido, ni mucho menos. "Confía" es la palabra clave alrededor de la cual gira toda la cinta y es mi palabra favorita de estos días.

Danny, te debo un par de cervezas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dr. Renzo, me alegra que este bien, que haya disfrutado bien acompañado .... eso me permite saber que las cosas cambian de rumbo y màs aùn saber que Ud. esta bien....
Espero poder ver la peli tambien jajaja

Anónimo dijo...

que xvere escribes tío!!! y yo q pense q solo escribiasss tus pixuladas! jiji° besitosss!yy ya nos contras con kien la vistee