Sí, sí, ya sé que el aniversario era el primero de junio y que llego con unos días de retraso. No importa. Para alguien como yo que disfruta desde hace años la música de los Beatles (aka "los maestros de liverpool" como solíamos llamarlos cuando su música era un pretexto para emborracharnos los sábados luego de las aburridas clases en la universidad) sería imperdonable que la fecha pase desapercibida. Hace 40 años salió este album y ya nada fue igual.
Desde la portada (diseñada por Peter Blake) el disco anunciaba diferencias. Escoltados por una serie de personajes y referencias culturales de la época -y de cualquier época, para ser exactos-(desde Poe a Marilyn Monroe, pasando por Marx, Dylan y Cassius Clay, entre otros*) los Beatles aparecen vestidos con sus trajes de milicianos en technicolor, anunciando la llegada del apocalipsis.
Sobre la canciones y la música, también hay mucho que escribir. La psicodelia y la experimentación era la regla y cualquier droga que abriera los sentidos era bienvenida. Los Beatles, acompañados del talento de George Martin, dieron rienda suelta a la creatividad que los conciertos interminables de años atrás adormecía. El resultado: una obra fundamental en el arte del siglo XX y un manifiesto musical que trasciende épocas y fronteras.
Cómo no recordar con una sonrisa la suave voz de Ringo cantando a la esperanza que todo se puede lograr con una pequeña ayudita de los amigos (With a Little Help from my Friends), para después acompañar a Lennon a ese universo imaginario y psicodélico lleno de papeles celofán de colores (Lucy in the Sky with Diamonds), pasando por la armonía magistral y triste de McCartney contándonos que ella se va de casa por amor (She's Leaving Home), luego descansar con los acordes de cítara de Harrison hablándonos sobre dios y el amor (Whithin You Without You), recalando después en la pregunta que deberías hacer a la mujer (u hombre) que tienes al lado: "¿Me querrás cuando tenga 64?" (When I'm Sixty Four), para, por último, llegar a la obra cumbre del album, una muestra de que la dupla creativa Lennon/McCartney todavía no podrá ser igualada por muchos, muchos años: A Day in the Life, un collage de noticias tomadas del periódico que nos recuerda de lo que está hecha la vida que solemos vivir: sonrisas tomadas al vuelo de una chica que vemos pasar, la muerte que nos acecha en cada paso, la suerte que nos sonríe o nos esquiva a la vuelta de cada esquina, el destino que inexorable se cierne sobre nosotros, la canción de un disco que no podemos dejar de tatarear.
Los corazones solitarios y sus cuatro sargentos pimienta cumplen 40 años. Destapemos cualquier botella, cerremos los ojos y pongamos play al disco. Es un muy buen pretexto para soñar.
* En la portada del album también aparece el inefable Lenny Bruce (ver puesto 4), blogger musical desaparecido en acción. Algunos afirman que lo han visto deambular por Alemania, recitando como un poseso el BGB.