viernes, 2 de noviembre de 2007

Choque y Fuga


Tengo un defecto. Si husmeo en una librería y tengo algo de dinero en el bolsillo, usualmente compro algo. No importa qué. Siempre encontraré un libro que despierte mi entusiasmo o sino me lo invento y engaño a mi instinto, tratando de justificar el gasto. Novela histórica, crónica, historia, ficción pura y simple, etc., el género es lo de menos, lo demás es deshacerme de los soles que me sobran (en ese momento).

En uno de estos adictivos arranques compré el libro de cuentos "Punto de Fuga" del peruano Jeremías Gamboa, quien, en la contratapa, señala como una de sus mayores credenciales haber sido editor adjunto de la revista "Somos" (¿?).

El caso es que acabo de terminar de leer el último cuento del referido libraco y lo primero que se viene a la cabeza es que para escribir como Cortázar hay que serlo pues. Lo demás será esfuerzo, aplicados ejercicios, sudor, angustia, horas de horas esperando sentado la inspiración divina, pero hasta ahí nomás. No sé porqué en algunos de los cuentos percibo un afán cortazariano, unas ganas de perseverar en la inconclusión, de confundir al lector, de perderse en los detalles, el problema es que las costuras saltan a la vista -y los remiendos también-.
Sin embargo no todo está perdido. En algunos cuentos, cuando el autor renuncia a lo aprendido en la escuela y se deja llevar por el instinto, las cosas mejoran notablemente. Y los cuentos se dejan leer, casi redondos. Eso ocurre, por ejemplo, con "María José", "Tierra Prometida" y, sobretodo, con "Un Responso por el Cine Colón" (sin duda lo mejor del libro) historia donde un grupo de porneros consumados (entre los cuales podrían incluirse fácilmente a Puñalon, No Future y Kaiserkeller) deciden rebelarse contra el individuo que proyecta las películas en el viejo cine Colón, pues la porno del día no se encontraba a la altura de las circunstancias.
En resumen, una vez más mi cumpulsión compradora equivocó el tiro. Para otra vez será.

No hay comentarios.: